Hoy en día, desafortunadamente, muchos psiquiatras que también ejercen como psicofarmacólogos a menudo se involucran en algo llamado «polifarmacia». En muchos casos, si no en todos, no hay ninguna evidencia de que la polifarmacia sea útil; de hecho, las pautas de práctica ética profesional no respaldan este método.

A pesar de esto, muy probablemente, si no con certeza, debido a la influencia de la industria farmacéutica, muchos psiquiatras recetan múltiples tipos de medicamentos para controlar los síntomas de sus pacientes, sin comprender ni tratar realmente la causa de raíz de la enfermedad o la falta de armonía de sus pacientes.

A algunos se les recetan dos o incluso tres antidepresivos a la vez, o varias clases diferentes de medicamentos psiquiátricos para tratar un conjunto de síntomas. La mayoría de estas recetas son «fuera de etiqueta», lo que significa que estos medicamentos no están aprobados por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos para el Cuidado de la Salud (MHRA) en el Reino Unido o FDA en Estados Unidos o indicados para lo que se prescriben.

Muchas veces esto conduce a una innecesaria dependencia de medicamentos tóxicos que causan efectos secundarios a veces graves o incluso adicción en el caso de sustancias controladas como Adderall, Xanax, Klonopin (Clonazepam), Ambien (Zolpidem), etc.

Desde que se está en la práctica clínica, a menudo se identifican muchos adultos y adolescentes que están innecesariamente sobremedicados por sus psiquiatras y desintoxicarlos con éxito con una marcada mejora en el funcionamiento y el bienestar se convierte en una gran tarea tanto para los psiquiatras como para el paciente.

Como psiquiatra holístico integral transcultural transpersonal, uno no se reúne con representantes farmacéuticos o visitadores médicos ni acepta honorarios por consultas ni obsequios de compañías farmacéuticas. Las decisiones de medicación de uno siempre están basadas en evidencia objetiva, científica y son imparciales.

Muchas personas tienen una visión oscura de la abstinencia de medicamentos. Es posible que hayan leído o escuchado las historias de miedo sobre los efectos secundarios incómodos o que se hayan topado con titulares alarmantes relacionados con los riesgos de suspender varios medicamentos psiquiátricos. La realidad es que es posible suspender con seguridad cualquier medicamento, incluidos los psiquiátricos, sin embargo, es un trabajo muy complejo, laboral y demandante tanto de parte del psiquiatra como del paciente.

Aquí mencionamos unas pautas generales:

1. Suspenda su medicación por las razones correctas

Tiempo lo es todo.

El hecho de que alguien quiera dejar de tomar su medicamento psiquiátrico no significa que esté realmente listo. Hay muchas razones por las que las personas deciden dejar de tomar medicamentos psiquiátricos. Por ejemplo, pueden sentirse mejor y pensar que ya no necesitan tratamiento. Su familia o entorno social podrían estar presionándolos para que dejen de hacerlo, leyeron algo sobre un medicamento psiquiátrico que los asusta o temen que el medicamento afecte su personalidad. A veces, las personas quieren dejar los medicamentos psiquiátricos después de hacer cambios importantes en sus vidas, como divorciarse, mudarse, cambiar de trabajo, etc. Pero, en realidad, este podría ser el peor momento para detenerse, debido a que, en estos momentos las personas no se encuentran estables ni son adecuadamente equilibradas mental-emocional.

Además, algunas condiciones de salud mental-emocional según la psiquiatría ortodoxa establecida requieren tomar medicamentos psiquiátricos indefinidamente, que en algunos casos pueden ser necesarios.

En última instancia, el tiempo que una persona toma un fármaco psicotrópico depende de sus características personales internas y externas, su enfermedad individual y como se relaciona con dicha enfermedad, sus respuestas al tratamiento, entre otros.

Por ejemplo, en la psiquiatría ortodoxa establecida, algunas personas que tienen diagnóstico de depresión pueden tomar un antidepresivo durante nueve meses a un año y presentar una disminución de síntomas y signos; otros pueden necesitar de dos a cinco años; y aún otros, pueden ser llamados tan genéticamente cargados para la depresión, que pueden necesitar medicación indefinidamente.

No suspenda su medicación abruptamente. Detenerse abruptamente puede ser especialmente peligroso en algunos casos.

Dependiendo del medicamento, suspender abruptamente o “de golpe” puede causar una variedad de reacciones angustiosas, que van desde síntomas leves a moderados de interrupción temprana con antidepresivos, retorno rápido de la enfermedad que se está tratando o incluso convulsiones potencialmente mortales con una dosis alta como de benzodiacepinas (Diazepan, Bromazepan, Midazolam, Alprazolam, etc).

Uno debe consultar a su psiquiatra antes de suspender cualquier medicamento psiquiátrico y nunca intente hacerlo por su cuenta.

Considere si ha recibido una evaluación exhaustiva o extensa.

Se requiere una evaluación integral antes de suspender el medicamento.

Entre otros indicadores, su médico psiquiatra debe considerar su condición clínica actual y circunstancias de vida, su historial clínico anterior hasta el momento actual, las razones para considerar reducir, suspender o continuar el tratamiento, los efectos secundarios y adversos y la presencia de factores estresantes, tensores y de apoyo o soporte, así como la dosis y la duración del medicamento que uno está tomando.

Uno debe dialogar con su psiquiatra sobre estos indicadores y planear como se va a reducir o suspender el medicamento.

No existen reglas firmes y establecidas para reducir o suspender los medicamentos psiquiátricos, porque cada persona es única y especial debido a su contexto y su historia de vida. Sin embargo, hay una regla general importante: reduzca la dosis gradualmente siempre que sea posible. Todavía no se sabe con certeza cuánto tiempo es suficiente para reducir las dosis de manera segura. Aun así, cuanto más lenta sea la reducción de la dosis, mayores serán las posibilidades de prevenir el regreso de los síntomas de la enfermedad para la que se inició el tratamiento.

La interrupción muy lenta es especialmente importante cuando una persona ha estado tomando dosis altas de un medicamento durante mucho tiempo.

Reducir o suspender múltiples medicamentos es como pelar una cebolla. Por lo general, uno debe dejar la medicina psiquiátrica más esencial para el final. Luego reduzca las dosis de uno o más medicamentos psiquiátricos opcionales o complementarios lenta y gradualmente. Suspender todos los medicamentos psiquiátricos a la vez no es una manera científica saludable y sana.

Tratar con dosis finales pequeñas es complicado cuando se pasa de una dosis baja a nada. A veces, los psiquiatras reducen la dosis a una pastilla al día o una cada dos días o la dividen por la mitad. Dividir pastillas es muy útil.

2. No espere que suspender la medicación psiquiátrica sea un proceso rápido

La reducción o interrupción gradual y sana de un medicamento no ocurre en unos pocos días. Algunos medicamentos psiquiátricos, incluidos los antidepresivos, no muestran beneficios durante varias semanas después de comenzar; parece mejor evitar la interrupción más rápido que durante varias semanas.

Si ha estado tomando un medicamento psiquiátrico durante años, se recomienda reducir la dosis gradualmente durante al menos seis a siete semanas. Si bien esta puede ser una práctica conservadora, a veces, es posible que uno no detecte un cambio durante algunas semanas, pero luego pueden surgir dificultades. Los síntomas de interrupción generalmente ocurren a los pocos días de suspender un medicamento psiquiátrico, pero la recaída de los síntomas de la enfermedad que se está tratando puede retrasarse durante semanas después de sentirse bien inicialmente.

Por ejemplo, en el trastorno bipolar, la tasa de interrupción del tratamiento en curso determina el riesgo y el momento de la recaída. Inicialmente, el riesgo de recaída después de suspender el litio ((Lithobid), el ácido valproico (Depakene), el divalproato sódico (Depakote), la carbamazepina (Tegretol, Equetro, otros) y la lamotrigina (Lamictal)) se redujo a la mitad o más cuando se comparó la reducción lenta de la dosis durante varias semanas con la interrupción abrupta. En otros casos, la interrupción gradual de los fármacos antipsicóticos también resultó en un menor riesgo de recaída en la esquizofrenia.

En un estudio reciente, se encontró que suspender un antidepresivo abruptamente o solo durante varios días resultó en un riesgo mucho mayor de depresión o pánico que la interrupción gradual durante dos semanas o más.

Si está cambiando de un medicamento psiquiátrico a otro, puede ser más agresivo que cuando lo suspende por completo. Por lo general, se cambia de medicamento psiquiátrico debido a la ineficacia de los efectos secundarios y adversos y, comúnmente, se introduce un nuevo medicamento psiquiátrico a medida que se elimina gradualmente el anterior. De esta manera, hay poca o menos preocupación sobre los síntomas de abstinencia o la recaída, suponiendo que ambos medicamentos psiquiátricos tengan efectos similares o pertenezcan a la misma clase. Si está cambiando de clase, es habitual “reducir gradualmente” los medicamentos psiquiátricos: toma ambos medicamentos por un tiempo y luego, el psiquiatra reduce la dosis de uno y aumenta la dosis del otro.

3. Su psiquiatra puede recetarle otro medicamento psiquiátrico

Si un paciente está tomando un medicamento antidepresivo de acción relativamente corta, como paroxetina (Paxil) o venlafaxina (Effexor), y experimenta síntomas molestos, el médico psiquiatra a cargo puede recetarle un antidepresivo de acción prolongada como Prozac por un tiempo y luego gradualmente suspende el fármaco de acción prolongada para limitar el riesgo de molestias por abstinencia.

El subproducto principal del metabolismo de la Fluoxetina tiene una vida media o duración de acción extraordinariamente larga, y puede tardar semanas en abandonar el sistema del paciente.

Este método no está bien establecido para descontinuar otras clases de medicamentos psicotrópicos, incluidos los antipsicóticos y los estabilizadores del estado de ánimo, por lo que la mejor opción suele ser descontinuar dichos medicamentos gradualmente, con un control clínico estricto por parte del psiquiatra a cargo.

4. Consulte a un profesional calificado en salud mental y emocional

La interrupción de los medicamentos psicotrópicos es un proceso en curso que requiere una evaluación integral y la colaboración entre el paciente y el médico psiquiatra a cargo.

¿Cómo saber si el médico psiquiatra a cargo a cargo está calificado?

Primero, uno debe asegurarse que el médico psiquiatra a cargo tenga experiencia o capacitación especializada y certificación para tratar enfermedades.

Es razonable que uno pueda realizar las siguientes preguntas al médico psiquiatra:

¿Conoce varias opciones para tratar, reducir y/o suspender el tratamiento?

¿Se siente seguro y cuenta con la experiencia suficiente durante la reducción o suspensión de los medicamentos psiquiátricos?

¿Con qué frecuencia trató este trastorno o patología y redujo o suspendió los medicamentos que estoy tomando?

Si uno le dice a su médico psiquiatra a cargo que le gustaría dejar de tomar un medicamento psiquiátrico y él o ella está de acuerdo sin cuestionarlo y sin hacer una evaluación exhaustiva o extensa, eso no es aceptable, profesional, ético ni saludable. Una vez más, la decisión de reducir o dejar de tomar el medicamento psiquiátrico no debe tomarse a la ligera.

Si uno aún no ha comenzado a tomar un medicamento psiquiátrico, se debe animar a preguntar al médico psiquiatra a cargo lo siguiente:

¿Puede darme una idea de cuánto tiempo estaré tomando el medicamento psiquiátrico?

¿Cuáles son los efectos secundarios o adversos comunes?

¿Cuánto cuesta?

¿Cuándo y cómo reduzco o dejo el medicamento?

¿Cuál es el pronóstico?

Una gran dificultad de tomar, reducir y suspender un medicamento psicotrópico, es que muchos pacientes son excesivamente pasivos a la hora de seguir los consejos de los médicos psiquiatras. Muchos tienden a ver a los médicos psiquiatras como que “todo lo saben”. Pero los médicos psiquiatras no pueden hacer su trabajo adecuadamente si los pacientes no hacen preguntas y no participan activamente y con disciplina en la realización de su propio tratamiento.

5. El paciente debe ser monitoreado de cerca

Debido a que las personas pueden no experimentar síntomas y signos durante semanas o incluso meses después de reducir o suspender un medicamento psiquiátrico, los pacientes deben ser monitorizados clínicamente de cerca durante y después de la interrupción del medicamento durante varios meses.

Además de lo anterior, lo siguiente también puede ayudar cuando llega el momento de reducir o suspender un medicamento psiquiátrico:

• El paciente debe llevar un estilo de vida saludable y sano: Siempre se debe subrayar la importancia de adoptar hábitos saludables y sanos, incluido un horario regular de sueño y actividad, y una dieta nutritiva y saludable. Es probable que los intentos de reducir o suspender un medicamento psicotrópico no salgan bien si uno se encuentra bajo estrés y tensión, con exceso de trabajo y con falta de descanso y sueño.
• El paciente debe participar en actividad física regular: Varios estudios de investigación indican que el ejercicio puede proporcionar un efecto antidepresivo y ansiolítico significativo, la depresión y ansiedad leve a moderada puede funcionar tan bien con el ejercicio o hablando y teniendo relaciones saludables, así como con la medicina psiquiátrica. El ejercicio también tiene otros beneficios, como ayudarlo a lidiar con el estrés y tensión. Solo asegúrese de elegir actividades físicas que realmente disfrute el paciente.
• El paciente debe acudir a psicoterapia: Cabe recalcar la importancia de participar en psicoterapia, independientemente del tipo de enfermedad mental-emocional que padezca. Muchos estudios de investigación han demostrado el valor de tales enfoques, solos o en combinación con medicamentos psiquiátricos, según la naturaleza y la gravedad de afección, trauma, conflictos mentales-emocionales o alguna patología del paciente.
• El paciente debe aprender a ser Flexible y Abierto: El paciente puede intentar pasar por el proceso de reducción, suspensión o interrupción del medicamento psiquiátrico con el médico psiquiatra a cargo, pero es posible que aún no pueda reducir o suspende, debido a que cada paciente y su contexto y vida es única y especial, por lo que puede que en esos momentos no está listo o lo suficientemente flexible y abierto para este proceso. Esto no significa que el paciente deba sentirse avergonzado o desesperado, sino que es un momento crucial para comprender que el objetivo no es estar con reducción o liberación de los medicamentos psiquiátricos prescritos tan pronto sea posible, sino tener un proceso saludable y adecuado para estar hábil y listo para el dicho proceso.

Desafortunadamente, la preocupación por el estigma potencial de tomar medicamentos psiquiátricos, o el miedo a volverse dependiente de ellos, lleva a muchas personas a evitarlos o a querer interrumpirlos. También puede existir presión de familiares o amigos o incluso médicos psiquiatras u otros profesionales de la salud.

Uno debe ver la medicina psiquiátrica como uno más entre muchos tratamientos posibles para las enfermedades psiquiátricas, y su uso debe adaptarse a las necesidades clínicas objetivas de cada persona.