¿Qué significa la Sombra?

La sombra (también conocida como id, aspecto de la sombra o arquetipo de la sombra) es un aspecto inconsciente de la personalidad que el ego consciente no identifica en sí mismo, o la totalidad del inconsciente; es decir, todo aquello de lo que una persona no es plenamente consciente. En resumen, la sombra es el lado desconocido.

La idea del yo en la sombra fue concebida por primera vez por el Dr. Carl Gustav Jung, MD, un psiquiatra suizo del siglo XX. La palabra “sombra” se refiere al lado inconsciente, sombrío, desconocido u oculto del hombre, es así que puede incluir todo lo que está fuera de la luz, de la conciencia y puede ser positiva o negativa. Debido a que uno tiende a rechazar o permanecer ignorante de los aspectos menos deseables de su personalidad, la sombra se percibe como mayormente negativa. Hay, sin embargo, aspectos positivos que también pueden quedar ocultos en la sombra (especialmente en personas con baja autoestima, ansiedades y falsas creencias). «Todo el mundo lleva una sombra», escribió el Dr. Carl Gustav Jung, MD, «y cuanto menos se encarna en la vida consciente del individuo, más negra y densa es». Puede ser, en parte, el vínculo de uno con los instintos más primitivos, que son normalmente superados durante la primera infancia por la mente consciente.

El Dr. Carl Gustav Jung, MD, afirmó que la sombra es el lado oscuro desconocido de la personalidad, por lo que, al ser instintiva e irracional, es propensa a la proyección psicológica, en la que una inferioridad o superioridad personal percibida se reconoce como una deficiencia o exceso moral percibido en otra persona. Si estas proyecciones permanecen ocultas, el factor que hace la proyección (el arquetipo de la sombra) entonces tiene las manos libres y puede realizar su objeto, si tiene uno, o provocar alguna otra situación característica de su poder. Estas proyecciones aíslan y engañan a las personas al actuar como un velo de ilusión que se espesa constantemente entre el ego y el mundo real objetivo.

La sombra se desarrolla en la mente y cerebro de la persona, puede ser especialmente a través de sueños, visiones, etc., así mismo, en dicha sombra interfiere el inconsciente colectivo y transgeneracional que es alimentado por los valores descuidados, reprimidos, etc.

¿Cómo puedo identificar la Sombra?

La sombra de uno se puede exhibir de diferentes maneras y formas, a través de pensamientos, emociones, sentimientos y conductas inconscientes. Por lo general, cuando una persona afecta a uno mentalmente-emocionalmente y se tiende a responder de forma exagerada en su contra ante algo que no tiene tanta importancia, probablemente uno está proyectando su propia sombra en ella. De esta manera, uno atribuye a otros sus reacciones, sentimientos, prejuicios, valoraciones, etc. que en realidad pertenecen a uno mismo. A continuación, señalaremos algunos aspectos para identificar la sombra:

• Observar y aprender a identificar mediante prácticas de introspección, atención y concentración como meditación, pranayama, mantras, yoga, etc. aquellos pensamientos, emociones y sentimientos reprimidos, ocultos, escondidos, no expresados o difíciles de articular y sentir.
• Identificar todo aquello que genera tanto dolor, sufrimiento, vacío y no se es consciente del motivo.
• Prestar atención a aquello que uno crítica o juzga exageradamente de otros.
• Evaluar si lo que uno piensa y siente, al interactuar con otros, es una proyección o es la realidad objetiva.

Cuando uno empieza a observar, identificar y conocer la sombra propia, dará como resultado diversos beneficios en relación a uno mismo, con todos y todo, pudiendo ser los siguientes:

• Aumento del autoconocimiento, autoconexión y autorelación.
• Responsabilidad y autoaceptación de una forma más completa, donde uno se hace cargo del propio mundo interno.
• Alcanzar un “yo” más integrado, saludable y maduro.
• Permitir que uno logre integrar y maneje de manera sana y consciente su lado oculto y desconocido.
• Aprender a tener un dialogo interno adecuado, honesto, íntegro y saludable.
• Dirigir los estados mentales-emociones de forma saludable y equilibrados, al manejar una situación y no permitir que dicha situación o lo externo sea quien nos maneje.
• Relaciones mejoradas a través de la aceptación, comprensión, empatía y compasión de uno mismo y de los demás.
• Aprender a identificar proyecciones que dificultan la opinión de los demás y así obtener una visión más realista, objetiva y equilibrada.
• Desprenderse de las culpas y vergüenzas derivadas de determinados pensamientos, emociones, sentimientos, comportamientos y acciones relativamente negativas y oscuras.
• Generar capacidad para establecer límites saludables en la vida.

Si uno deja que su sombra corra siempre desenfrenada y descontrolada, continúe escondida sin ser realmente reconocida e integrada, la vida de uno se sentirá y volverá caótica. Esto puede manifestarse tanto en las dificultades mentales y emocionales, la baja autoestima, valoración de sí mismo, mentalidad de escasez y rigidez, adicciones de todo tipo, incremento de arrogancia e ignorancia,  entre otros; así como en la salud física o psicosomática y diversas enfermedades que pueden afectar la calidad de vida en general.

“Hasta que hagas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino.” Dr. Carl Gustav Jung, MD.

Encuentro con la Sombra

El eventual encuentro con la sombra juega un papel central tanto en la terapia como en el desarrollo personal. Es esto lo que abre el camino a la sombra interior, que surge cuando debajo de la superficie una persona sufre de un aburrimiento mortal que hace que todos y todo parezca sin sentido y vacío, como si el encuentro inicial con el Ser arrojara una sombra oscura antes de tiempo. De esta manera, lo que es más consiente parece un peligro malinterpretado y mal comprendido en la vida, porque en realidad esa consciencia que uno va obteniendo lleva a mayor claridad y mejora del contenido de uno mismo y la conexión y relación con la vida, por lo que uno siempre necesita constante renovación y movimiento interno para un descenso verdadero a su propia sombra.

La sombra personifica todo lo que el sujeto se niega a reconocer sobre sí mismo y representa un paso angosto, una puerta estrecha, de cuya dolorosa y sufrida constricción que no se salva nadie que desciende al pozo profundo.

Si y cuando un individuo hace un intento de ver su sombra, se da cuenta (y a menudo se avergüenza y culpa) de esas cualidades e impulsos que niega en sí mismo pero que puede ver claramente en los demás, como el egoísmo, la pereza mental y el descuido, fantasías, esquemas y tramas irreales, cobardía, amor desmesurado y avaricia por el dinero y las posesiones, etc.

La disolución de la persona y el inicio del proceso de individuación trae consigo también el peligro de ser víctima de la sombra que todo el mundo lleva consigo, el aspecto inferior y por tanto oculto de la personalidad, resultando en una fusión con la sombra.

Fusión con la Sombra

La sombra a veces abruma las acciones de una persona; por ejemplo, cuando la mente consciente está conmocionada, confundida o paralizada por la indecisión. Una persona que puede estar atrapada por su sombra, siempre puede estar pensando o creyendo que está parado en su propia luz y cayendo en sus propias trampas, viviendo por debajo de su propio nivel mental-emocional y espiritual, ya que, si no es consciente de su sombra y no la integra, se quedara solo creyendo que vive de una manera específica, mas no profundizara, observara y explorara diferentes aspectos de sí mismo que podrían realmente darle un sentido verdadero a su vida.  Por lo tanto, la personalidad consciente es quien integre la sombra y no al revés. De lo contrario, la conciencia se convierte en esclava de la sombra autónoma.

El efecto de la confrontación con la sombra produce al principio un equilibrio muerto, un estancamiento que dificulta las decisiones y hace que las convicciones parezcan ineficaces, tenebrosas, caóticas, melancólicas, neuróticas, etc. En consecuencia, en el tiempo de descenso a lo oscuro y profundo, se requiere de verdadero coraje, fuerza y valor, ya que cada descenso es seguido de un ascenso y la asimilación de la sombra se convierte en una posibilidad y oportunidad.

Asimilación de la Sombra

Asimilar la sombra, significa comenzar a viajar hacia arriba, ascender, a través de las espirales sanadoras y curativas. Aquí lo importante es aprender a retener la conciencia de la sombra, pero no la identificación con ella. La no identificación exige un esfuerzo moral considerable y firme que impide descender a esa oscuridad; y aunque la mente consciente puede quedar sumergida en cualquier momento en el inconsciente, la comprensión actúa como un salvavidas. Integra el inconsciente. Esto reincorpora la sombra a la personalidad, produciendo una conciencia más fuerte, más amplia, más madura y saludable que antes. La asimilación de la sombra le da al hombre un cuerpo, por así decirlo, proporcionando así una plataforma de lanzamiento para una mayor individuación. La integración de la sombra, o la realización del inconsciente personal, marca la primera etapa en el proceso analítico e integral sin ella es imposible un reconocimiento de uno mismo y su ser.

A pesar de su función como reservorio de la oscuridad de uno, o quizás debido a esto, la sombra es el asiento de la creatividad, por lo que, para algunos, puede ser que el lado oscuro o escondido de su ser, su sombra siniestra, representa el verdadero espíritu de la vida. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el reconocimiento, aceptación e integración de la sombra debe ser un proceso continuo a lo largo de la vida de uno.

¿Cómo usar el trabajo de la Sombra en la vida?

Para involucrarse completamente con el amplio espectro de la vida, hay una variedad de técnicas que uno puede utilizar para comenzar su viaje de trabajo en la sombra.

Escribir, o llevar un diario, es una de las mejores herramientas para comenzar a trabajar en la sombra. Esta es una forma de registrar todos los pensamientos, sentimientos y emociones para empezar a ser consciente lo inconsciente. Esto podría incluir redactar sobre las formas generales y específicas en que uno reacciona ante ciertas situaciones y personas. Comenzará a identificar si hay un patrón mental-emocional o de comportamiento recurrente. Una vez que uno empieza a reconocer diversos patrones, puede modificar y mejorar su diálogo interno, identificar sus conductas o reacciones para no repetir situaciones recurrentes o a realizar ejercicios de introspección como meditación, yoga, pranayama, mantras, etc.

A través de este trabajo, uno puede observar, descifrar, evaluar y decidir qué patrones y comportamientos ya no sirven o no son saludables para que pueda dejarlos, transformarlos y trascenderlos con mayor conciencia. En lugar de reaccionar a la vida todo el tiempo, uno puede aprender a estar abierto y flexible mental-emocional, sin expectativas al responder a las experiencias de la vida. Uno solo necesita permitirse estar presente, aquí y ahora. 

No se debe suprimir los sentimientos y pensamientos heridos y agotados o huir de las experiencias dolorosas; son simplemente herramientas que piden crecimiento. El trabajo de la sombra nos ayuda a aceptar lo que hemos encontrado inaceptable para que pueda ocurrir un cambio, una sanación y curación y una transformación real.

Una de las cosas más importantes que debe recordar al participar en el trabajo de la sombra es ser empático y compasivo con uno mismo. Es posible que no todas las respuestas lleguen de inmediato, así que donde sea que uno se encuentre en el proceso, es más saludable aceptar todas las partes de uno mismo, sombras y luces por igual. La transmutación del dolor mental-emocional y el malestar con conciencia es el néctar alquímico que precede a cualquier transformación.

El trabajo primordial no es buscar el amor, sino buscar y encontrar todas las barreras que uno ha construido contra él, para no sentirlo y no vivirlo. Estar amor.